PRÁCTICA 8 DE LENGUA
A través de este documento voy a dar mi
opinión sobre el desarrollo de la asignatura de Lengua española del grado de
Comunicación Audiovisual.
Cuando me empecé a informar sobre la carrera
y vi que tenía una asignatura de lengua pensé que la materia que íbamos a
tratar sería la misma que llevábamos tantos años estudiando en el colegio y en
el instituto. El primer día de clase también pensé lo mismo, o por lo menos el
primer cuarto de hora, en el que nuestro profesor de lengua, Raúl Urbina, nos
hizo creer que efectivamente, lo que íbamos a hacer era un repaso de todo lo
que habíamos hecho hasta entonces.
Después de ese cuarto de hora el profesor nos
dijo: “Bueno, era todo una broma. Vuelvo a empezar desde el principio”, y el
clima de la clase cambió por completo. El profesor empezó a explicarnos que lo
que íbamos a ver en clase era una serie de aspectos que todo comunicador debía
conocer. La verdad es que desde el primer momento me pareció una asignatura muy
interesante, y creo que a mis compañeros les pareció lo mismo.
Esta asignatura estaba compuesta por
diferentes partes: las clases teóricas, las clases prácticas y las prácticas de
grupo.
A través de las clases teóricas adquirimos
los conocimientos básicos que más adelante deberíamos aplicar para superar la
asignatura.
Aunque las clases duraban bastante, por lo
menos en relación a lo que yo estaba acostumbrado, me ha sorprendido la
capacidad del profesor para dar la materia de forma amena y atractiva. Para
todas las clases (siempre que los medios técnicos lo permitían) el profesor
tenía preparada una presentación de Power Point, lo que ayuda a mantener mucho
mejor la atención y a entender de forma más ágil las ideas que se trataban en
el aula. Creo que conseguir acercar la información de esta forma, ya no voy a
decir a los alumnos, sino a cualquier público, es fundamental y creo que se ha
conseguido.
En estas clases teóricas hemos aprendido,
entre otras cosas, cómo debemos utilizar el lenguaje, la realidad del español
en el mundo y cómo evoluciona nuestra lengua debido a su interacción con otras
lenguas, conocimientos realmente útiles y fundamentales que cualquier
comunicador debe conocer.
Otra cosa que considero muy positiva de las
clases teóricas es la introducción de contenidos audiovisuales generalmente al
final de las clases para ver cómo afecta en la práctica los aspectos tratados
en teoría. Todas estas actividades permiten que la clase participe y de esta
manera aprenda. Hemos analizado anuncios, vídeo clips, el tráiler de alguna
serie…
Creo que el profesor ha sabido manejar muy
bien todos estos aspectos y que la clase ha respondido bien a este sistema de
enseñanza al que creo que no estamos acostumbrados. En mi caso, debo decir que
he aprendido mucho más de lo que aparentemente se muestra en los Power Points
de las clases, que en el fondo es lo que el profesor pretende, y una de las
moralejas que he sacado es que en lo que a comunicación se refiere muchas veces
no se trata de una cuestión de ver quién tiene razón sobre cómo se pronuncia
una palabra, si nuestro idioma es el español o el castellano o dónde se habla el
mejor español. Al final es una cuestión de valerse del lenguaje con habilidad para
transmitir una información que no haga de menos a nadie. El lenguaje es, al fin
y al cabo, la expresión de nuestra inteligencia, y que conviene saber
utilizarlo.
Otra parte de la asignatura ha estado
compuesta por las prácticas. Estas prácticas consistían en aprender a
expresarnos de manera oral ante un público. El desarrollo de esta actividad
también ha sido muy positivo y todos hemos aprendido una serie de elementos que
hay que tener en cuenta si queremos captar la atención del público y cómo
debemos comportarnos ante una situación comunicativa.
El mayor problema de las clases prácticas ha
sido el poco tiempo que se ha empleado a ellas. Creo que tanto los alumnos como
el profesor nos hemos quedado con ganas de más. Dedicamos a esta actividad media
hora a la semana, y se debería dedicar más tiempo porque no es una clase en la
que uno habla sobre un tema, se analiza y luego ya le toca hablar al siguiente,
sino que tiene que ir mucho más allá. Igual un día un gesto que hace uno de los alumnos lleva a
una serie de preguntas a las que merece la pena dedicar más tiempo y otro día
otro compañero utiliza una expresión que también sería bueno someter a debate.
Las clases prácticas han sido una de las partes
de la asignatura de las que más hemos aprendido, y si se consigue organizar un
poco mejor, el resultado sería todavía más positivo. Con mejor organización
hablo de cosas simples como dedicar más tiempo a estas clases o repartir los
temas a cada alumno desde el principio, ya que muchos días nos encontrábamos
con que nadie tenía tema y “perdíamos” la clase, como algún alumno comentó en
una de las últimas clases.
Como posible propuesta se me ocurre
determinar para algunas prácticas no solamente el tema del orador, sino también
un supuesto papel para el público, para que se estudie cómo adaptarse a diferentes
situaciones comunicativas en base a qué personas te estás dirigiendo. En las
prácticas nos hemos centrado en que el orador podía abordar el tema de la
manera que quisiese, utilizando un lenguaje estándar asequible a un público
culto medio. Pero muchas veces no basta con exponer nuestro tema sino saber en
qué momentos utilizar el clímax y anticlímax del discurso, que creo que muchos
nos hemos quedado con ganas de acabar de comprender.
Por último, las prácticas por grupos. En
estas prácticas se nos planteaban diversos temas relacionados con la lengua que
teníamos que desarrollar de forma original y creativa en grupos de tres
personas. El aprendizaje con estas prácticas ha sido muy bueno, ya que no se te
especifica el tema de forma concreta, el formato de entrega ni la cantidad de
contenido necesario, lo que te deja gran libertad a la hora de hacer el
trabajo. En las primeras prácticas ha costado un poco, porque realmente no
sabes qué es lo que el profesor te está pidiendo, pero a medida que vas
avanzando adquieres capacidad de diferenciar en un tema muy amplio las partes
que te parecen más interesantes a ti, y no las que te impone el profesor,
pensando a la vez en que las prácticas deben resultar interesantes. Considero
importante esta forma de trabajo porque cuando terminemos el grado nos vamos a
dedicar a un mundo en el que no te dan las cosas hechas (ya sea periodismo,
cine, etc), sino que tú te las tienes que apañar como sea para desarrollar
ideas que resulten atractivas al público, y conseguir llegar a ese público o no
dependerá de la facilidad que tengamos para comunicarnos.
Estas prácticas también nos ha ayudado a
trabajar en equipo, que es fundamental no solo porque vayamos a tener que
trabajar en equipo del día de mañana, sino que todo lo que sea relacionarte con
gente que también tiene ideas creativas que tú nunca habrías pensado
simplemente por enfocar la información desde puntos diferentes te ayuda mucho
más, y no solo como comunicador sino también como persona.
En cuanto a las prácticas únicamente tengo un
pequeño comentario que hacer. Viendo trabajos de compañeros observé que algunos
utilizaban el formato de vídeo pero no le sacaban todo el partido que se le
puede sacar. Como he dicho antes, una de las propuestas que nos lanzaba el
profesor era que el contenido de los trabajos se presentase en formatos
creativos, y, entre ellos, un formato audiovisual. Me da la sensación de que
una pequeña parte de la clase entendió que el simple hecho de recitar un
trabajo delante de una cámara convertía su trabajo en un trabajo creativo. Creo
que en algún determinado momento se ha podido dar lugar a la idea de que es más
creativo hacer un trabajo en formato audiovisual que por escrito, idea que sé
que no comparte el profesor ni la ha intentado transmitir, pero creo que en
algún caso se ha interpretado así.
Como comunicadores audiovisuales debemos
aprender a manejar los medios de vídeo, edición, etc, pero no debemos
olvidarnos de que tenemos que aprender a controlar también la expresión escrita,
y que una redacción se puede presentar también de manera creativa. Hay libros
que son obras de arte y películas que dejan mucho que desear, y viceversa. Es
nuestra obligación saber cómo debemos utilizar los distintos medios con los que
contamos. Pero que no se me malinterprete; ha habido trabajos tanto en formato
escrito como en formato de vídeo que han sido brillantes y de los que se puede
aprender mucho.
A modo de resumen puedo decir que me siento
orgulloso de todo lo que he aprendido en esta asignatura y creo que los
contenidos están bastante bien enfocados y que resultan amenos e interesantes.
Mis sugerencias son alargar la duración de
las clases prácticas y buscar roles para el público y, en cuanto a las
prácticas, seguir fomentando el uso de contenido audiovisual pero planteando
que no debemos dejar de lado el formato escrito.
Eugenio Cagigal.
Antes de nada debo decir que la
asignatura de lengua nunca me ha gustado.
Cuando me enteré de que tendría
que cursar dicha asignatura me asusté. La cosa cambió con el primer día de
clase, me pareció divertida, dinámica e incluso interesante. La realización de
las prácticas por grupos me ha parecido la clave para el aprendizaje. Con ellas hemos podido desarrollar nuestra
creatividad y hemos aprendido a trabajar en grupo.
En cuanto a las clases, debo
decir que han sido muy participativas, lo cual te obligaban a estar atento y no
tenías tiempo de distraerte. Me ha gustado mucho el análisis de videoclips y
anuncios que nos han servido para poner en práctica los temas explicados.
En resumen la asignatura me ha
gustado, las prácticas y las clases me han servido para aprender. Sé que
debería poner alguna pega pero por el momento no encuentro ninguna. Ya veremos
cuando llegue la nota final.
Alberto Vaca Alonso
Respecto a las clases teóricas, me sorprendió la forma de
enfocarlas y el método de aprendizaje. Siempre he estudiado lengua de forma
teórica aplicada a la práctica una vez dada. Para poner un ejemplo, primero
estudiábamos las oraciones subordinadas y después hacíamos oraciones
subordinadas. En el caso de LCA, muchas veces analizamos una práctica donde
sacamos entre todos la teoría siendo más fácil de comprender. Es una técnica
que realmente me gusta.
Las clases prácticas son con lo que más he disfrutado.
Dedicar un tiempo a aprender a hablar en público hablando de un tema, unas
veces demasiado complejo, y desenvolvernos en el entorno es algo que se debería
hacer en todos los sitios ya que considero que es una parte importante para
nuestro futuro en cualquier ámbito en el que
nos hayamos centrado. Quizá la media hora sea poco tiempo, lo ideal
sería tener una hora.
Las prácticas en grupo son, igual que la asignatura en sí, “diferentes”. Trabajos en grupos de tres y hacemos un
trabajo literario o audiovisual donde prácticamente exponemos el tema sin tener
unas pautas previas para realizarlo salvo los trabajos de otros años. Aún sigo
sin saber cómo se puntúan las prácticas (Quizá deba leerme la guía docente)
pero, en mi opinión, creo que se trata de aplicar todo lo aprendido,
buscándonos la vida en equipo para saber resolver un situación lo cual nos
prepara para el futuro.
En cuanto al profesor, no voy a entrar en detalles pero
considero que es un profesional “diferente” con unos métodos que suelen
funcionar.
Como sugerencia solo decir que creo que esta práctica se
debería hacer al terminar el examen , aun a riesgo de parecer subjetivos, ya
que podrías hablar con más libertad tanto para lo positivo como lo negativo.
Clemente Barahona
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